HABIA UNA VEZ UN NIÑO LLAMADO ÑANCUL , EL NIÑO PONÍA COMIDA EN LA MESA Y LAS HORMIGAS SE COMÍAN LA COMIDA QUE PONÍA ÉL, Y EL DUENDE LE AVISÓ QUE LAS HORMIGAS LE ESTABAN COMIENDO SU COMIDA.
SU AMIGO EL DUENDE JOLANDO LE HIZO UNA BROMA A ÑANCUL QUE SE CREÍA ASTUTO Y LE DIJO QUE CON UNA IMAGEN DE UN SABROSO PLATO DE COMIDA LAS PODRÍA ATRAER PARA QUE NO SIGUIERAN COMIENO SU COMIDA.
ÑANCUL LAS ESPERÓ CREYENDO QUE SERÍA MAS ASTUTO QUE ELLAS PERO LAS HORMIGAS LE COMIERON SU COMIDA IGUAL PORQUE NO ERAN NADA TONTAS Y JUNTAS CON EL PÍCARO DUENDE SE BURLARON DEL ÑINO ÑACUL QUE SE DIÓ CUENTA QUE NO ERA TAN ASTUTO Y SE QUEDÓ CON MUCHA HAMBRE Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA TERMINADO.
MELANY B. VÍCTOR, MANUEL Y PAPÁ
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